A lo largo del camino, he tenido el privilegio de colaborar con marcas que, más allá de lo que venden, comparten un propósito: transformar vidas. Cada una ha dejado una huella en mi historia, y juntas hemos construido mensajes que inspiran, acompañan y hacen bien.

Desde el movimiento y la fuerza con Everlast, el bienestar integral con GNC, el amor incondicional por los animales con Arca de Noé, hasta el cuidado profundo de lo que somos por dentro y por fuera con marcas como Vitastar, Stanley, Pedica, Me Now y Capellino.

He compartido también con marcas que visten el alma femenina como Charo boutique y Florece con Kapry. Con instituciones que tocan el corazón y abren caminos de inclusión como Fundal, una fundación que admiro profundamente por su labor con personas con sordoceguera en Guatemala.

Cada proyecto ha sido una oportunidad para comunicar desde lo real, conectar con lo humano y recordar que el bienestar —en cualquiera de sus formas— también se comunica, se vive y se construye en equipo.
Gracias a cada marca por confiar en mí para llevar su mensaje con verdad, emoción y propósito.